Título original: Todas las canciones de amor que suenan en la radio
Autor: Cristina Prada
Trilogía: Todas las canciones de amor
Idioma: Español
Sello: Zafiro
Distribución: Amazon México
Género: Erótico
Páginas: 864
Publicación: 2014
Formato: Kindle
Comprado: Amazon México
Precio: $109
¡Qué decepción! El libro tenía una sinopsis muy atrapante sobre todo a los que nos gustan este tipo de tramas de romance de oficina con un juego del gato y el ratón entre los protagonistas, con su gran toque erótico, aunque resulte al final una historia totalmente cliché, a poco, ¿no? Empecé muy emocionada a esta lectura y creo que por eso la decepción al final fue mayor.
Cuando una huelga de metro hace que Maddie Parker llegue tarde a su entrevista de trabajo, no imagina cuántas cosas están a punto de cambiar. Entre ellas, conoce al atractivo, arrogante y exigente Ryan Riley, un empresario de éxito que le ofrece un empleo imposible de rechazar.
Ryan siempre ha controlado todos los aspectos de su vida, pero ahora se siente irresistiblemente atraído por la sexy, inocente e inteligente criatura que, rompiendo todas sus reglas, ha decidido contratar. ¿Cuánto tiempo podrá contenerse?
Entre peleas y reproches, tanto en la oficina como fuera de ella, acabarán cayendo sin remedio en una relación salvaje, descarada y adictiva que hará que Maddie descubra sus propios límites y todo lo que Ryan significa para ella.
Todas las canciones de amor que suenan en la radio es la primera parte de la trilogía llamada Todas las canciones de amor, la historia está situada en la caótica ciudad de Nueva York, en tiempo presente y narrada por completo por la protagonista Maddie Parker, lo cual en mi opinión fue un error pues le faltó dinamismo, además que hay personajes secundarios que la opacaban cada vez que salían, desviando la atención por completo del lector.
Por ser inicio se me hizo fluida y ágil la narrativa, pero ya después de leer las primeras 100 páginas es un ir y venir con los protagonistas que cansa demasiado pues vemos los mismos sentimientos de confusión, irritación, enojo y atracción en una escena o ambiente parecido a los que ya han pasado. Cayó en dos bucles aburridos y repetitivos que son de pelea-beso-pelea y sexo-negación-enojo-sexo que nunca se termina.
Los protagonistas son muy clichés además que el co-protagonista Ryan no brinda NADA que te mantenga expectante pues lo poco que la autora nos muestra de su personalidad no termina encajando y gustando, las descripciones de la acción, físico y vestimenta son reiterativas durante todo el tiempo, y en cuanto los diálogos no son tan abundantes para la inmensa extensión que tiene esta primera parte.
Maddie es un personaje que aburre, agota y cae mal por esa bipolaridad en sus pensamientos y acciones pues te muestran al final una mujer débil, ilusa, con poca determinación en seguir lo que piensa y siente, que se deja humillar y le rompan el corazón mil veces, muy susceptible pues se la pasa llorando más de las tres cuartas partes del libro, que arregla y evade todo con sexo. No veo esa mujer madura, decidida, profesional y segura sino al contrario sin dignidad y amor propio.
Te llama más la atención y prefieres conocer a los personajes secundarios de Bently y Lauren que de ellos, porque al fin y al cabo el hermetismo de Ryan sigue, no se sabe nada sobre la relación con su padre lo cual es lo que torna todo tan difícil entre ellos, que a mi parecer se me hace muy tonto que por más que quieras llevar a cabo el éxito de una empresa, te dejes manipular e influenciar por tu padre como si fueras un niño de 15 años y no un hombre como Ryan de 30 y algo.
Sin duda la trama se perdió por completo y solo se basó en las dudas y miedos de Maddie y en la negación de Ryan, hay más “escenas de sexo” que de diálogos y estás son tan sosas, sin chispa, poco imaginativas, que no transmiten esa pasión y atracción desenfrenada que se tienen, con demasiadas pelas sin sentido que terminan aburriéndote y todo esto al final hace que te cueste avanzar con el libro haciéndose eternoooooo. Yo a partir de la página 300 que fue lo máximo que aguante, perdí la esperanza de que mejorara la historia y empecé a saltarme todos los momentos de sexo que prácticamente es la mayoría del libro.
Si es un cliché completo el libro, pero estoy segura de que, si hubiera desarrollado, ordenado, sintetizado y planeado mejor su trama hubiera sido un buen libro, meter la narrativa de Ryan hubiera sido un soplo fresco a la simpleza de Maddie, darles un cambio a las escenas de sexo porque se nota el déficit o el poco conocimiento e imaginación en crear el ambiente, los momentos y las escenas para que te emocionen y te atrapen.
¿Es una relación? ¡No, no y no! Es un desfogue de sentimientos a través del sexo, no es creíble cuando la autora en todas las páginas te describe siempre lo mismo y no te demuestra un cambio significativo en sentimientos, acciones y pensamientos. El tratar de hacer emocionante la “relación” con tanta pelea no funciona, le faltó profundizar y más momentos románticos.
Es la tercera trilogía que abandono pues el final te hace pensar ¿cuánto durará la decisión que tomó Maddie? Y que rápidamente sabes la respuesta a lo cual me hace inmediatamente dejar por la paz la historia, no creo aguantar más drama sin sentido y prefiero quedarme con esta primera parte.
¿Lo recomiendo? Yo los invitaría a juzgar por ustedes mismos, solo les planto mis conclusiones de que la trama es predecible, son demasiadas páginas de lo mismo y redundantes, con escenas eróticas abundantes y sin chiste, con protagonistas que no aportan frescura ni pasión sino dramatismo e inmadurez de ambas partes que terminan desesperándote y cansándote y con personajes secundarios más interesantes. Realmente NO es necesario tres partes.
Puntuación: 2.3/5 🔥🔥
No me queda más que decir que nos vemos en la próxima reseña…
¡Bonito sábado ♥!
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